jueves, 16 de octubre de 2008

Los cinco sentidos

Los no muertos no tienen sentidos como tales. Su sistema nervioso ha dejado de funcionar, y sus cuerpos son meras caricaturas de lo que eran en vida.

¿Y cómo es posible que interactúen con el mundo que les rodea sin ninguno de los cinco sentidos? ¿Cómo no van a ver u oir?

Además, quienes se han enfrentado a los zombies, aseguran que olfatean el aire, giran los lóbulos oculares, se inclinan hacia donde suenan los ruídos, dejan de comer la carne que no les satisface y sienten un impacto sobre su epidermis. ¿Cómo puede afirmarse que no tienen sentidos?

Una parte de la doctrina científica se inclina a pensar que los no muertos tienen los cinco sentidos, y los tienen especialmente desarrollados. Para esta corriente doctrinal, el sistema nervioso de los zombies no depende, como el de los humanos, de la vista a unos niveles tan elevados, sino que utiliza todos sus sentidos por igual. Así, escucharán mejor, olfatearán mejor, y verán peor.

Sin embargo, esta teoría quedó, a juicio del que escribe, completamente desfasada en 2006. Experimentos realizados con zombies capturados en la franja de Gaza han llevado a la conclusión que expondré más adelante. El doctor Dohlmant, del ejército Israelí, grabó un vídeo casero que, posteriormente, fue colgado en el portal de vídeos Dailymotion por su hijo adolescente. Duró colgado dos horas. Suficientes para verlo. En ese vídeo se narraban los experimentos realizados en las instalaciones militares de Zin.

Tras la captura de varios especímenes, se procedió a mutilarlos y a someterlos a una serie de pruebas. Tras diferentes tests, en los que se examinó el comportamiento de no muertos con diferentes mutilaciones, pudieron observar que su comportamiento no variaba.

Cuando un cadáver al que se le habían extirpado los ojos "detectaba" la presencia de una antorcha a lo lejos, inclinaba la cabeza hacia delante, no olfateaba, no parecía oír, sólo parecía fijar la vista, abrir sus fauces, comenzar a gemir, y dirigirse hacia allí.

Lo mismo sucedía con un zombie al que se le habían extraído los oídos. Un sonido detrás de él le hacía girar, primero el cuello y posteriormente todo el cuerpo hacia la fuente del mismo.

Tras varios experimentos similares, situaron a dos no muertos, uno en perfecto estado, y otro al que se le habían vaciado las cuencas oculares, amputado la nariz y extirpado los oídos. Ambos se movían de forma similar, por no decir igual. Ambos se giraban hacia los mismos ruídos, "fijaban la vista" en el horizonte, olfateaban el olor a sudor en el ambiente... la diferencia era que uno de ellos parecía hacerlo con sus propios órganos y el otro sólo trataba de que lo pareciese.

Se puede afirmar pues, que un zombie no ve con sus ojos, no escucha con sus oídos, y no saborea la comida con sus ya atrofiadas papilas gustativas.

¿Entonces, cómo nos detectan?

El sistema nervioso que genera el virus zombie parece, llegado a este punto, mucho más complejo de lo que podría aparentar ser hace unos años, cuando se confiaba en el hecho de que los muertos vivientes conservaban sus sentidos. No. Sus cuerpos conservan los movimiento sinstintivos que realizaron durante todas sus vidas cuando sus sentidos les decían algo. Ahora, cuando sus nuevos sentidos le dicen lo mismo, se limitan a repetirlo.

Esto se complicó con el caso de Ibn. Al menos Dohlmant le llamó Ibn. De hecho, ese vídeo era una denuncia, una denuncia de lo que le habían hecho a Ibn. Ibn era una persona sana, no infectada y ciega de nacimiento... a la que se infectó con el virus introduciendo su mano en una jaula que contenía dos zombies. Cuando Ibn resucitó, seguía igual de ciego. No veía. No podía apreciar una antorcha en la distancia, ni arqueaba su rostro ante la aparición de alguien. Sí se movía. Pero no guiado por la imagen de algo. De hecho, en la presencia de humanos agachaba la cabeza e inclinaba su oído derecho, y poco después comenzaba a desplazarse arrastrando los pies y gimiendo en dirección a su presa.

De todos estos experimentos se derivan el que los zombies sólo tienen un sentido. Una especie de radar intuitivo que les permite mantenerse alerta y detectar a sus presas.

Ahora vienen los problemas... ¿ven igual de noche que de día? Lo primero es que no ven. Ni de noche, ni de día, ni con ojos, ni sin ellos. Simplemente sienten. "Detectan". Pero detectan estando siempre condicionados por unas sensaciones que les recuerdan a algo que ya vivieron. Su visión en la oscuridad era mala en vida, y vuelve a serlo en la muerte, aunque no usen su sentido de la vista para desplazarse.

Las citadas declaraciones del doctor Dohlmant están consideradas ya hoy día como uno de esos bulos de internet. Nada se sabe de ese doctor Dohlmant. No consta para el gobierno israelí, ni para el de ningún otro Estado. Su nombre dura poco en Internet. Es por esto por lo que no he puesto el nombre real del médico en el artículo. Supongo que habrá ordenadores que se dedican a borrarlo, así que ese nombre me lo guardo para mí. No me interesa que me cancelen la página, ni que me localicen, ni nada peor... No todavía. Tengo que transmitir todo lo que sé mientras no sea tarde.

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