martes, 14 de octubre de 2008

Aspecto físico de un cadáver ambulante

Cualquiera que haya visto alguna película de terror cree tener una idea aproximada de cómo es un muerto viviente. Sin embargo, un post sobre esto es esencial, ya que podemos hacernos muchas preguntas acerca, simplemente, del aspecto de uno de estos cadáveres ambulantes.

Me disculpo de antemano por no haber podido conseguir ninguna fotografía que me sirva de ejemplo. He encontrado varias en webs africanas y asiáticas que tienen visos de verosimilitud, pero no me voy a arriesgar a poneros un fake o una escena de una película en la que la actitud sea realista. Es obvio que yo nunca he fotografiado a uno de estos seres, pero también lo es que el día que lo haga seréis los primeros en ver las imágenes.

Como ya hemos dicho, un zombie está muerto. Su vida ha desaparecido, y su cuerpo ha visto como sus constantes vitales disminuían hasta llegar a desaparecer. Su cara es la cara de un muerto. Sus facciones se tensaron en el momento del deceso, y su rictus facial está permanentemente en una mueca que sólo se ve alterada cuando el no muerto se apercibe de la presencia de comida.

Cuando una persona muere, comienzan a producirse una serie de alteraciones en el mismo que la medicina legal califica como "fenómenos cadavéricos".

Cuando el aparato circulatorio de una persona deja de funcionar, la sangre pasa a acumularse, por causa de la gravedad, en las zonas más bajas del organismo. ¿Qué supone esto? Supone cambios en el aspecto físico del cadáver, si bien en un cuerpo no infectado, estos cambios se hacen más patentes. Esto se debe a que, una vez cadáver, la sangre del futuro no muerto comienza a coagularse. A los cincuenta minutos la sangre del no muerto deja de desplazarse por los efectos de la gravedad al quedar convertida en una masa pastosa que obtura las venas y las arterias del cadvaver.

Sin embargo, sí transcurre el tiempo suficiente para que tenga lugar esa migración de la sangre, que origina las llamadas "livideces cadavéricas". Así, el "tono" del zombie dependerá, con total seguridad, de la postura en que haya fallecido y haya permanecedio tras el cese de sus constantes vitales. Así, si el zombie ha muerto boca abajo, la sangre, traída por la gravedad, se acumulará en su cara y en la parte delantera de su cuerpo, dotando al futuro zombie de un tono rojizo en su rostro. Hasta no hace muchos años hubo quienes pensaron que se trataba de dos tipos de zombies diferentes: los rojos y los blancos. Sin embargo no tardó en descubrirse a qué se debía el color en la tez de estos individuos.

¿Y los llamados "blancos"? Pues está claro: no murieron boca abajo. Seguramente haya muerto mientras yacía boca arriba, o apoyado contra una pared o sentado en una silla. Será sencillo saber si murió erguido porque sus manos presentarán esas llamadas livideces.

El único supuesto en que estas manchas no surgen en las zonas más declives del organismo se da cuando el sujeto porta ropa ajustada, que no permita que la sangre se sitúe masivamente en esas zonas.

A esta migración de la sangre debe añadírsele la coagulación que tiene lugar durante la primera hora post mortem y que ya había comentado anteriormente. Es esta coagulación en la sangre lo que hace que las livideces cadavéricas puedan adquirir cierto relieve en las zonas de epidermis en las que se acumulan.

El rigor mortis también afecta al cadáver, aunque, como las livideces, no se da en su totalidad, en tanto en cuando, una hora después de la muerte, el no muerto se despertará y su cuerpo no sufrirá más cambios.

Los zombies siempre presentan unas mandíbulas tensionadas, y en muchas ocasiones, y dependiendo de la agonía del infectado, sus brazos, piernas y tobillos también se ven afectados por esta rigidez. Antiguamente se pensaba que el rigor mortis afectaba de forma acelerada a los zombies, de forma que, pese a resucitar una hora después del deceso, le había dado tiempo a afectar a todo el cuerpo del difunto. Sin embargo, estudios documentados sobre el virus señalan que uno de los graves defectos que presenta el nuevo sistema nervioso del no muerto es la absoluta falta de coordinación en sus impulsos psicomotrices. Si el no muerto presentase un rigor mortis absoluto en sus extremidades, simplemente, no podría mover los brazos, ni tirar con sus muñecas, y sus huesos serían sensiblemente más fáciles de quebrar en tanto en cuanto sus articulaciones no funcionarían correctamente. Sería una variación interesante con respecto de la realidad...

Esta rigidez suele motivar la erección cutánea, es decir, el llamado "pelo de punta", que si bien no afecta a quienes lucen una larga melena, sí se puede apreciar en el vello de su cuerpo.

Es rigidez muscular viene acompañada de una rigidez en la piel, motivada por la deshidratación del cadáver, que tiene lugar muy rápidamente.

Este es el aspecto que presenta un zombie: el de un cadáver que lleva muerto una hora.

Esta es la visión general, particularmente os podréis encontrar con una mayor o menor cantidad de sangre sobre la piel del zombie; la falta de alguna de sus extremidades, o de todas; o una simple cabeza con la capacidad de morder; o sin rostro, con la parte forntal del cráneo expuesta, típico en los casos de suicidios con escopeta que salieron mal y destrozaron el rostro del recién infectado; con las tripas expuestas por la sobreingesta de comida; o sucios por el fango y los demás restos del terreno sobre el que han estado yaciendo; o incluso completamente limpios, con una mera mordedura en una mano, pero el resto de su ropa intacta (estos suelen ser bastante recientes).

Por decirlo de una forma, su aspecto físico es el que presentan a la hora de la muerte. A partir de ahí, cualquier agente externo puede alterarlo, y todos y cada uno de esos cambios se irán superponiendo, de forma que lo que renació como un joven trajeado con una mordedura en un tobillo, tras un par de días puede ser una monstruosidad que ha sido partida por la mitad y se dedica a arrastrarse sobre sus manos. Pese a lo que se creía hace un par de décadas, los zombies no pueden regenerarse: lo muerto muerto está; todas las historias sobre no muertos que reaparecían una vez destruídos responden a la ignorancia y a la falta de experiencia... que hayas matado a un ser deforme, que se mueve espasmódicamente, que está sucísimo, y que muestra un rostro absolutamente desfigurado, no implica que no haya más de donde salió éste.

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